Descripción
Son palmeras arbustivas o arbóreas, dioicas, con el tronco cubierto por las bases de las hojas dispuestas espiralmente. Estas últimas son pinnadas, marcescentes con pecíolo generalmente corto, raquis alargado y foliolos simples, alineados o dispuestos en grupos, los basales transformados en espinas. Las inflorescencias, péndulas, se sitúan por debajo de las hojas, las masculinas y femeninas similares. La espata es coriácea. Las flores, bracteadas, tienen 3 sépalos obtusos, soldados en la base y formando una cúpula; los pétalos, también en número de 3, son agudos o redondeados, de longitud mucho mayor que los sépalos. Hay 6 estambres y 6 estaminodios solo en las flores femeninas. El gineceo es tricarpelar con estigmas curvados hacia fuera. El fruto es una baya -con aspecto de drupa- elipsoidal, con exocarpo liso, mesocarpo carnoso y endocarpo membranáceo. Las semillas son de forma elipsoidal, subcilíndrica o plano-convexa, rugosa, con un surco lateral y el epispermo es de consistencia pétrea mientras el endosperma es homogéneo (no ruminado).3
Caracteres diferenciales. Del Cañizo (20114 ) (en español) en la clasificación que sigue a Genera Palmarum (20085 ): Son palmeras con hojas pinadas y sin la columna de vainas abrazadoras que él llama capitel, hojas armadas (los folíolos proximales modificados como espinas), con uno o varios troncos debido a la formación de hijuelos, las vainas son fibrosas, el pecíolo corto o inexistente ya que la primer espina es en realidad la primer pina, raquis muy alargado que termina en un folíolo (hojas imparipinadas), folíolos agrupados de forma diversa a cada lado del raquis. “Para comprobar rápida y fácilmente que una palmera con hojas pinadas pertenece al género Phoenix podemos fijarnos en tres detalles relativos a sus foliolos: los de la parte basal de cada hoja están convertidos en espinas verdes o verde-amarillentas, más o menos cortas o largas (se les denomina acantófilos) los ápices de los foliolos son enteros y agudos (a veces nos parecerán bífidos debido al viento o a los roces con otras hojas); y cada uno de los foliolos está plegado de manera que su sección es una V, quedando su cara cóncava hacia el haz, como en una acequia o una canoa (son foliolos induplicados). Estas tres características juntas sólo se dan en este género, y gracias a ello resulta fácil distinguir estas palmeras de otras que puedan parecérseles, como Butia, Elaeis, Jubaea, Syagrus schizophylla, etc. Hay otro detalle relativo a los foliolos, mucho más nimio y difícil de observar: que lo que parece el nervio central no lo es propiamente; pero eso sólo lo notan con facilidad los especialistas en haces vasculares, células de expansión y demás detallitos de anatomía vegetal. Y otra peculiaridad más, que no veremos en otros géneros, consiste en que las hojitas nuevas todavía cerradas presentan unas laminillas o pielecillas finísimas a las que llaman “haut”, palabra alemana que significa cutis, y cuya posible utilidad se desconoce.” Según el autor, determinar este género es fácil, pero determinar la especie dentro del género es difícil, debido a que todavía no se han hecho los suficientes análisis de filogenia y la taxonomía aún está fluctuante, especialmente en lo que refiere a los límites de Phoenix dactylifera y quizás otras especies similares que se cultivaron en todo el mundo para consumo de los dátiles.